Crónicas Matemáticas - 7:49

 7:49


Domingo, a las 23:00. CDMX


Tengo que terminar los ejercicios para mañana, pero no sé cómo resolverlos. Tendré que leer el libro de “Introducción al electromagnetismo” de Griffiths para ver si entiendo algo.

 Mientras Alexandro estudiaba, las horas seguían avanzando hasta dar las 4:00 de la madrugada. En ese momento, dejó de leer, cerro la computadora y se acostó. Tenía que despertar a las 7:30, ya que tenía examen a las 9:00. Como buen estudiante responsable y seguro de su fuerza de voluntad matutina, Alexandro programo tres alarmas. La primera a las 7:30, la segunda a las 7:45 y una ultima a las 8:00.

–Creo que exagero con la última alarma –pensó, mientras decidía si la activaba o no, pero una corazonada lo convenció de activarla.

 

Sonó la primera alarma fuerte y claro, pero para Alexandro, esto nunca ocurrió. Al iniciar la segunda alarma, parecía que tampoco tendría efecto sobre él, pero al pasar de unos minutos, algo dentro de Alexandro comenzó a reaccionar.

–¿Qué horas es? pensó mientras buscaba su celular con la mano.

Al encontrar su celular y revisar la hora, aun con sueño y los ojos entre cerrados, se encontró con una agradable sorpresa. Eran las 7:49.

Que suerte tengo –pensó –si factorizo el 7, serán las 7(1:07) a.m. y entonces, me quedara tiempo para dormir.

 

De alguna manera misteriosa, esto tuvo sentido para Alexandro y volvió a dormir con la alegría de quien se despierta horas antes de que suene la alarma y aun puede regresar a su descanso.

 

Gracias a la tercera alarma, Alexandro volvió a despertar, y de manera un poco más consciente se percató de que las 8:01 no son factorizables. Al levantarse exaltado por descubrir que ya eran las 8, comenzó a arreglar sus cosas para llegar a tiempo a su examen mientras poco a poco recordaba lo acontecido durante la segunda alarma.


–¿Factorice el tiempo para creer que podía dormir un poco mas? pensó mientras reía y se preparaba para salir de su casa.

Comentarios

  1. Hahaha interesante. Un obstáculo más en la rutina para despertar, buen relato.

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